sábado, 28 de agosto de 2010

Rivera enfrenta duros ataques

El representante estatal republicano David Rivera.
El representante estatal republicano David Rivera.
SCOTT KEELER, St. Perersburg Times
Por SCOTT HIAASEN, PATRICIA MAZZEI y CARRIE WELLS
shiaasen@MiamiHerald.com

ENH - Mientras trata de saltar de la Legislatura estatal al Congreso federal, el representante estatal republicano David Rivera enfrenta un duro ataque de sus rivales republicanos, que alegan que fue acusado de violencia doméstica en los años 90.

Uno de los contrincantes de Rivera en la primaria republicana, Paul Crespo, ha planteado el asunto en su página de internet. Otra, Marili Cancio, repitió las alegaciones en una entrevista por televisión anteriormente este mes.

Rivera niega haber sido acusado de violencia doméstica, tema que salió a relucir por primera vez en el 2002, durante su primera campaña política. En una declaración por escrito enviada a The Miami Herald, Rivera criticó a sus opositores "por tratar de calumniarme y difamarme''.

Las alegaciones se desprenden de una solicitud de una orden de alejamiento por violencia doméstica presentada en 1994 en ek Tribunal de Circuito de Miami-Dade con tra un tal David M. Rivera. El expediente judicial fue destruido --según la ley, los expedientes de los tribunales de familia sólo se guardan cinco años-- al igual que cualquier detalle o información adicional de identificación. Hoy sólo existe una copia electrónica de la solicitud.

La orden de alejamiento fue retirada después de un mes y no se presentaron cargos penales, muestran los documentos. Pero la falta de uniformidad en las respuestas de Rivera a la alegación a través de los años han ayudado a hacerlo un tema de campaña de cara a la primaria republicana del 24 de agosto, según un análisis de The Miami Herald/WFOR-CBS 4.

"El caso de 1994 no tiene absolutamente nada que ver conmigo. Yo no soy el David Rivera de ese caso y sugerir lo contrario es una mentira vergonzosa'', expresó Rivera en su declaración.

Rivera --cuyo segundo nombre es Mauricio-- agregó que no conoce a la mujer que presentó la solicitud en 1994, Jenia Dorticós, quien ahora vive en Nueva York y firmó una declaración jurada en que afirma que no conoce al político y que la solicitud no fue en su contra.

Sin embargo, una mujer de Miami amiga del hermano de Dorticós le dijo al Herald que Rivera y Dorticós fueron a su casa como pareja para asistir a una fiesta hace unos 10 años. La madre de Dorticós trabajó en una de las campañas políticas de Rivera, según muestran documentos. Rivera y Dorticós niegan haber asistido a la fiesta.

Rivera declinó ser entrevistado para este reportaje y su campaña sólo discute el asunto a través de preguntas por escrito.

Cancio ha criticado públicamente a Rivera por cambiar su explicación sobre el tema de la violencia doméstica. "En el 2002 su versión fue que era un malentendido'', declaró Cancio a Noticias GenTV. "Lo que está pasando [ahora] es otra mentira en que dice que no se conocen''.

Crespo ha planteado críticas similares contra Rivera. "Si el tema de la violencia doméstica es cierto, es un problema serio'', dijo Crespo. "Igualmente serio es su patrón de engaño''. Crespo también fue acusado de violencia doméstica en 1993 --cargo desestimado por falta de causa justificada-- y detenido por resistirse al arresto en un parada de tráfico en el 2000, según los expedientes.

En la primera campaña de Rivera a la Cámara de la Florida, en el 2002, la queja de violencia doméstica fue subrayada por su oponente en la primaria republicana, Rainier ‘‘Ray'' González. Pocos días antes de la votación de la primaria, González distribuyó un volante con una imagen de la solicitud de alejamiento de Dorticós y una foto de Rivera junto a la foto de una mujer que no era Dorticós, con un ojo amoratado.

"Rechace la violencia - Rechace a David Rivera'', decía el volante. González declinó comentar para este reportaje.

En respuesta a González, la campaña de Rivera en el 2002 hizo su propio volante, un anuncio con una foto de Dorticós y una declaración defendiendo a Rivera bajo su supuesta firma.

El texto junto a la foto de Dorticós decía: "¡David Rivera nunca me ha hecho daño! ¡NUNCA!''

WFOR-CBS 4, socio de noticias de The Miami Herald, consiguió una copia del volante de Rivera con la foto de Dorticós. El anuncio indica que fue aprobado y pagado por la campaña de Rivera.

En respuesta a preguntas del Herald, Sarah Bascom, portavoz de la campaña de Rivera, dijo que el candidato "no recuerda'' el volante con la foto de Dorticós. Al Lorenzo, un asesor que trabajó para la campaña de Rivera del 2002, recuerda que se preparó un volante, aunque dijo no haberlo visto, y que le aconsejó a Rivera no responder a la acusación de violencia doméstica.

Lorenzo también dijo que la campaña había discutido convencer a Dorticós para que defendiera a Rivera en un anuncio de radio.

"Me dijeron que ella estaba dispuesta a hacer lo que hiciera falta para aclarar las cosas'', dijo Lorenzo. Sin embargo, en una entrevista posterior se retractó y dijo que sólo había discutido anuncios radiales en general sin entrar en detalles sobre Dorticós.

Aproximadamente en el mismo momento en que se preparaba el volante de González, Rivera estuvo implicado en un choque con un camión en el Palmetto. El camión llevaba al correo los anuncios críticos de González para enviar a los electores.

El 6 de septiembre del 2002 --cuatro días antes de las primarias-- el Nissan de Rivera chocó con el camión propiedad de Liberty Mailing, según el reporte de la Patrulla de Carreteras de la Florida (FHP). En ese momento Liberty manejaba los envíos por correo de las campañas de Rivera y González.

Bascom dijo que la colisión, nada grave, se produjo cuando Rivera trataba de recuperar un paquete de sus envíos del camión y que no trató de afectar el correo de su opositor. "David no sacó ningún camión del correo de la carretera'', dijo.

Rivera estaba recogiendo sus anuncios porque estaba molesto de que Liberty también estaba trabajando para su contrincante y temía que la empresa no entregara sus envíos como había prometido, dijo Bascom, quien agregó que el camión de Liberty golpeó el carro de Rivera cuando se incorporaron a la carretera.

Un ex ayudante de campaña de Rivera, Ralph Pérez, le dijo al Herald que él recogió los envíos del camión en la autopista pero que no podía recordar ningún otro detalle sobre el incidente.

Los actuales dueños de Liberty cuentan una historia diferente. Richard Sierra, presidente de Dodd Communications, con sede en Hialeah, dijo que Rivera nunca se quejó de la labor de la empresa ni que retiró envíos del camión de Liberty, que llevaba publicidad tanto de Rivera como de su oponente.

"No tiene sentido'', dijo Sierra. "Lo que había en el camión se envió por correo. Nadie sacó nada del camión. Nunca hemos recibido una queja al respecto'', agregó Sierra.

Sierra dijo que el carro de Rivera golpeó al camión, algo que la campaña de Rivera niega. Según el reporte de la FHP, el chofer responsabilizó a Rivera por la colisión y Rivera dijo que el camión había golpeado su carro, dejando daños por valor de $400.

El abogado Juan Judas Cordero declaró a WFOR-CBS 4 que Rivera lo llamó al lugar de los hechos porque Rivera "necesitaba un abogado'', pero Cordero no dijo por qué, citando el privilegio de privacidad entre abogado y cliente. Bascom dijo que Cordero llegó "por si'' hacía falta un abogado, pero que Cordero no representaba ni a Rivera ni a la campaña.

A final de cuentas, Rivera derrotó a González en la primaria del 2002 por 238 votos, y no se volvió a hablar de la alegación de violencia doméstica, hasta recientemente, cuando fue esgrimida de nuevo por sus rivales en la contienda por el Congreso.

Pero Dorticós, la mujer que presentó la solicitud en 1994, insiste en que los opositores de Rivera están equivocados. Tanto en una entrevista con el Herald como en una declaración jurada obtenida por la campaña de Rivera, negó conocer a David M. Rivera, el legislador.

"No conozco a David Rivera'', dijo Dorticós, de 43 años. "No al político''.

Sin embargo, Dorticós declinó identificar al David M. Rivera de la solicitud de alejamiento de 1994 y no pudo explicar cómo la campaña de Rivera consiguió una fotografía suya en el 2002, aunque dijo que pudiera haber sido contactada por la campaña de Rivera en ese momento.

Los abogados de Rivera no pidieron a Dorticós que identificara al David M. Rivera de la solicitud de alejamiento por violencia doméstica, dijo Bascom. "Por respeto a la sensibilidad del tema, no vamos a investigar más su vida'', dijo.

La madre de Dorticós, la popular figura de la televisión cubana Hilda Rabilero, es amiga de Rivera y en una ocasión le pagaron $500 por trabajar de traductora para la campaña de Rivera en el 2006. A través de su portavoz, Rivera dijo que no recordaba haber contratado a Rabilero.

Rivera fue fotografiado recientemente con Rabilero en una acto de recaudación de fondos pero las imágenes fueron eliminadas hace poco de la página de Facebook de Rivera.

"Jenia no conoce a David'', dijo Rabilero en declaraciones al Herald. Sin embargo, agregó que su hija nunca había presentado ninguna solicitud de orden de alejamiento, aunque Dorticós ciertamente lo hizo.

Una mujer de Miami, Alejandra Díaz, dijo que Dorticós y Rivera se conocen. Díaz, que dice ser amiga del hermano de Dorticós, dijo que Rivera y Dorticós asistieron a un pequeña fiesta en su casa de Venetian Isles, al igual que Rabilero.

"¿Por qué dice que no la conoce?", dijo Díaz, que ahora vive en Coconut Grove. "La verdad siempre sale a relucir''.

Rabilero niega haber asistido a la fiesta, al igual que Raúl Dorticós, quien entregó a la campaña de Rivera el 17 de agosto una declaración jurada que indica que no conoce a Díaz y repite que su hermana no conoce a Rivera. Pero en una entrevista anterior con el Herald, cuando se le preguntó si su hermana conocía a Rivera, Raúl Dorticós dijo: "Con toda seriedad, no lo sé'', agregando que él vivía en Cuba en 1994.

Rivera dice que no estaba viviendo en Miami en el momento de la supuesta fiesta en casa de Díaz y afirmó que Díaz es parte de "un obvio engaño''.

Los redactores Jennifer Lebovich y Rob Barry, y la investigadora Monika Leal contribuyeron a este reportaje. El reportero independiente Kevin Deutsch contribuyó a este artículo desde Nueva York.

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